Ahora en cuarentena reflexionando sobre “Paz en la tormenta, una carta a las familias que enfrentan la crisis COVID-19” de Joel de Loera, me doy cuenta  como la Palabra de Dios puede ser tan actual en la cita bíblica allí reseñada.

Pero cuando les escribi esta carta, me sentia tan preocupado y hasta aflijido que hasta lloraba. Sin embargo, no la escribi para causarles tristeza, sino para que vieran el amor tan grande que les tengo 2 Corintios 2, 4

Sin duda, el Apóstol Pablo escribió esa carta después de su segunda visita a Corinto, ante la inquietud de los muchos desafíos de fe que enfrentaba la gente de allí; como lo que ocurre ahora, en otras palabras, es muy actual.

Ciertamente, las circunstancias son muy diferentes y muchísimas familias en el mundo actualmente están experimentando pruebas debido a la cuarentena por la pandemia del COVID-19. Así que, se puede decir que también nuestra fe está siendo probada.

Muchas familias estando en cuarentena, han sentido angustia e incertidumbre, y se hace todo lo posible para evitar padecer con el virus que recrudece con un nuevo brote.

Como señala la carta Paz en la tormenta “nosotros mismos somos novatos en esta experiencia sin precedentes”  pero puedo decir que teniendo la confianza en que Dios

“dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito” (Romanos 8:28).

• TIEMPO DIFICIL

Obviamente, es un tiempo difícil el de la  cuarentena. Luego de mucha flexibilidad, se vuelve a la radicalidad.

Un tiempo donde las escuelas no reciben a sus alumnos, solo a distancia se lleva la educación y se habían reiniciado las celebraciones religiosas con muchas medidas de prevención.

Hoy solo se acude en masa a los supermercados para asegurarse los alimentos que se necesitan durante la cuarentena, debido a la orden de quedarse en casa durante al menos las próximas semanas.

En consecuencia, muchas familias se preguntan cómo sobrevivirán durante este momento difícil de incertidumbre y ansiedad.

Por lo que, en este momento que me gustaría compartir mi fe con Uds   pensando que podemos encontrar la paz en la tormenta.

Pues, en este momento en que vivimos, las palabras del Señor nos animan porque Dios tiene todo bajo su control.

• PAZ EN LA TORMENTA

Primeramente, quiero decirles que siempre hay lugar para sentirnos mejor. Para ello pidamos a Dios que nos transforme en la persona que Él quiere que seamos. Después de todo, “somos el barro, y Él es nuestro Alfarero».

También, decirles que seamos disciplinados, pacientes con nosotros mismos y con nuestros hijos; creativos para ayudar con el trabajo escolar de nuestros hijos.

De hecho, los padres tenemos la misión de enseñar a los hijos a orar y a descubrir su vocación de hijos de Dios.

Por lo tanto, como padres responsables de la educación de nuestros hijos, somos testimonio de ternura, perdón, respeto, fidelidad y ante la familia.

Asi, que la familia es el lugar apropiado para la educación de las virtudes, una educación que ayuda a crecer en la fe mediante el testimonio de una vida cristiana y que enriquece la enseñanza de la fe.

Esta pandemia puso en cuarentena a millones de personas. Para muchos puede ser un momento aterrador, para otros un tiempo muy triste por la pérdida de familiares debido al Covid.

Pero, nos brinda la oportunidad para conectarnos más con nuestros seres queridos, ya que compartimos más con nuestras familias, por aquello de “Quédate en casa”.

Por ello, tengamos paciencia con nosotros mismos y con la familia. Si Dios es paciente con nosotros, nosotros deberíamos hacer lo mismo.

Realmente, todos nos equivocamos y cometeremos errores. Pero si pedimos la ayuda de Dios, la recibiremos.

Nuestro hogar debe ser una escuela de misericordia, amor y perdón. Porque cuando pasamos tanto tiempo en el hogar probablemente que en algún momento nos sintamos frustrados o molestos con alguno de nuestros familiares.

• ACCIONES

Este es el momento para tener conversaciones profundas, logrando así lazos familiares más.

Este tiempo de cuarentena puede ser un momento para que nuestras familias se reúnan para orar, para leer libros que edifiquen como la Biblia, la vida de los santos, etc.

Debemos procurar menos tiempo al frente de una pantalla, en cambio más oración, lectura y ejercicio.

Hagamos uso de las redes sociales para recibir actualizaciones, compartir recursos y, lo más importante, orar por las necesidades de los demás.

En medio de nuestras necesidades podemos ayudar a los demás, sobre todo a ancianos y enfermos  proporcionando alimentos, medicamentos, ropa para las personas sin hogar y recordemos que hay más gozo en dar que en recibir

Por lo tanto, podemos sentir paz en la tormenta, porque “aunque llenos de problemas, no estamos sin salida; tenemos preocupaciones, pero no nos desesperamos.

Nos persiguen, pero no estamos abandonados; nos derriban, pero no nos destruyen” (2 Corintios 4: 8-9)

Nadie dijo que sería fácil. ¿Quién dijo que los sueños se ganaban sin esfuerzo, sin dolor?

Por último, les aliento a que se pregunten ¿Crees que Dios quiere que esta cuarentena logres tener paz en medio de esta tormenta?

Les invito a disfrutar de Paz en la Tormenta

Espero sus comentarios sobre¿Qué piensan de lo que vivimos durante esta cuarentena?

Ilgra Daza