Ser mujer consiste en querer ayudar a otros sin recibir recompensa, sin ser consentida. Conoce su valor y quiere ayudar y hacer sentir bien a los demás.
Porque ser mujer no depende de lo que asumimos sino por la capacidad de confirmarnos como personas auténticas, al defender nuestro pensar y sentir, sin igualarnos social y laboralmente con el hombre
Ser mujer significa el descubrimiento pleno de nuestra femineidad, de esa manera encontrar el don sincero vernos a nosotras mismas.
Hemos cambiado, asumiendo que hemos atravesado un proceso donde hemos buscado desde dentro para construir nuestra propia identidad en un entorno social difícil.
¿SER MUJER EMPODERADA?
Una mujer es empoderada cuando está conectada con su cuerpo y lo que siente, así puede dirigir su vida. Sabe decir sí cuando quiere decir sí y cuando quiere decir no.
Sabe que le gusta y que no, lo que desea y lo que necesita para sentirse segura, amada y en conexión con ese yo potencial.
Una mujer empoderada es aquella que influye en su entorno. Cuenta con aptitudes para diseñar su propio camino y también para contagiar a todos a seguir su ejemplo.
La mujer de poder es no alardear marcando la diferencia, ustedes y yo también podemos ser mujeres empoderadas a la manera de Dios y tener una influencia positiva en nuestro entorno.
La dignidad de la mujer radica en su condición como persona, en mantener y preservar sus valores como persona humana.
Al respecto el Papa Juan Pablo II señala la lucha de las mujeres para superar situaciones
… mirando este gran proceso de liberación de la mujer, se puede decir que ha sido un camino difícil y complicado y, alguna vez, no exento de errores, aunque sustancialmente positivo, incluso estando todavía incompleto por tantos obstáculos que, en varias partes del mundo, se interponen a que la mujer sea reconocida, respetada y valorada en su peculiar dignidad
Carta del Papa Juan Pablo II Carta a las Mujeres 15/08/88
Por lo tanto, el verdadero poder de una mujer está en su esencia, en lo que tiene en su interior y en convertirnos en mujeres que llenan del poder de Dios para lograr sus propósitos.
Ser mujer es sinónimo de resiliencia, fuerza y, sobre todo, confianza. La fuerza que implica desde el bienestar moral hasta de gozar de buena salud. Y confianza en nuestras propias destrezas y capacidades.
El hecho de ser una mujer implica que debemos trabajar para alcanzar grandes metas que mostraran nuestro gran potencial.
La mujer es amorosa, dulce y bondadosa. Está llamada a enseñar, guiar, servir y amar, siendo un apoyo para los suyos por motivo de ese espíritu especial que irradia.
Por eso, Dios te llama a tener un corazón dispuesto a una mujer espiritualmente empoderada, con tus grandes capacidades y confianza para cambiar la situación que vives.
FELICIDADES A TODAS LAS MUJERES
Madres, hermanas, hijas, esposas, consagradas, maestras, policías, médicos, mujeres con todas las profesiones y ocupaciones, imperfectas, fuertes, débiles. En fin, por todas.
Mucho se ha dicho de la mujer, más a mí me agrada el calificativo en la Biblia “ayuda idónea”, porque ni más ni menos que el hombre.
“Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para él”
Génesis 2,18 RVR
Así, yo pido a Dios para que todas las mujeres nos encontremos de nuevo a nosotras mismas y a la vocación de cada una.
Y llena a cada una de sabiduría y la guía para poder cumplir cada día con ser mujer.
De la misma manera, pido a ustedes mujeres agradezcamos que lo mejor de ser una mujer es vivir la vida llena de momentos y facetas diferentes y muchos colores en cada etapa de la vida.
Espero nos encontremos pronto en una nueva reflexión y es invito a dejar sus comentarios. Ilgra Daza
Te doy gracias Señor ¡por el hecho mismo de ser mujer!
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